Lucro Cesante, la cobertura que puede salvar una empresa

En algunos siniestros, la interrupción del negocio puede ser más costosa que el daño físico. Tomás Fourcade, Perito Liquidador de Siniestros y vicepresidente de AALPS, explica por qué la cobertura de Pérdida de Beneficios es clave para la supervivencia de una empresa y qué debe saber el Productor de Seguros para asesorar con precisión.

La rotura de una máquina crítica, la interrupción del suministro eléctrico o un incendio menor pueden ser suficientes para paralizar una empresa por semanas o meses. Pero mientras se reconstruyen instalaciones o se espera por un repuesto importado, las facturas siguen llegando: sueldos, alquileres, compromisos financieros. ¿Quién cubre ese vacío económico? La cobertura de Lucro Cesante —también conocida como Pérdida de Beneficios— es la respuesta, aunque aún poco comprendida o mal calculada.

A continuación, Tomás Fourcade, Perito Liquidador de Siniestros, vicepresidente de la Asociación Argentina de Liquidadores y Peritos de Siniestros (AALPS) y director de LEA, aborda los aspectos clave que debe conocer un Productor Asesor de Seguros: cómo se determina el beneficio bruto, las extensiones más relevantes, los errores comunes en la contratación y las diferencias críticas entre pólizas inglesas y americanas. Una guía imprescindible para proteger no solo bienes, sino también la continuidad de un negocio.

Esta entrevista forma parte de una serie de contenidos producidos en el marco del convenio de colaboración entre FAPASA y la AALPS, con el objetivo de fortalecer el conocimiento técnico de los Productores Asesores de Seguros en coberturas clave para el asesoramiento profesional.

¿Cómo definirías, de manera sencilla para un PAS, el alcance de la cobertura de Lucro Cesante o Pérdida de Beneficios y qué situaciones típicas cubre?

La cobertura de Lucro Cesante protege a una empresa frente a la pérdida de ingresos que sufre como consecuencia directa de un siniestro cubierto (como un incendio, una inundación o un robo) que interrumpe total o parcialmente su actividad.

“La cobertura de Lucro Cesante protege a una empresa frente a la pérdida de ingresos que sufre como consecuencia directa de un siniestro cubierto que interrumpe total o parcialmente su actividad”

Puede actuar no solo en casos catastróficos como un incendio total que sale en los diarios, sino también en casos donde el Daño Material es muy chico, como la rotura del cigüeñal de una máquina crítica, que puede ser muy económico en cuanto a su costo, pero tiene el poder de interrumpir la producción y tarda seis meses en fabricarse.

¿Cuáles son las coberturas básicas más habituales que incluyen estas pólizas y qué extensiones suelen ser necesarias para una protección completa?

La cobertura básica cubre la pérdida de Beneficio Bruto como consecuencia de la interrupción en la actividad causada por un daño material cubierto, y el aumento de costo que tenga el asegurado para mantener la operación, e intentar mitigar el posible impacto del siniestro (hasta el monto de la pérdida de beneficio bruto evitada).

Como la cobertura básica cubre las consecuencias de un daño cubierto en los bienes asegurados, pero podría producirse también pérdidas por eventos que afecten a bienes de terceros, las extensiones suelen tener que ver con cubrir las mismas, por ejemplo:

  • Daños en instalaciones de proveedores o clientes
  • Interrupción de servicios públicos.
  • Interrupción de acceso
  • Interdependencia

En todos casos se mantiene la condición de que se produzca un Daño Material que hubiese estado cubierto por la póliza del asegurado, solo que ya no en los bienes asegurados, sino fuera de la planta.

La otra extensión habitual que puede ser recomendable contratar es una cláusula Swing o de Ajuste automático para contemplar un margen de variación en la suma asegurada.

Cuando se habla de calcular el Beneficio Bruto para definir la suma asegurada, ¿cómo se interpreta este concepto desde los reportes financieros de una empresa?

El Beneficio Bruto, en este contexto, se refiere a la suma de la utilidad neta más los gastos fijos que continúan durante la interrupción. También puede calcularse partiendo de las Ventas y descontando los Gastos Variables, que dejarían de existir en caso de interrupción.

Es importante tener en cuenta que ninguna “línea” de un Estado de Resultados estándar representa el monto adecuado, ya que los Estados de Resultados suelen separar entre Costos “Directos” e “Indirectos”, y no entre “Variables” y “Fijos”, con lo cual es necesario contar con más información para llegar a la suma a asegurar.

“El Beneficio Bruto se refiere a la suma de la utilidad neta más los gastos fijos que continúan durante la interrupción”

Es clave que el PAS trabaje con personal del asegurado que tenga información suficiente como para identificar cuáles costos son fijos y cuáles variables.

¿Qué errores o confusiones son más comunes en la etapa de cálculo de la suma asegurada y cómo se pueden evitar?

Los errores más frecuentes son:

  1. Asegurar una línea del Estado de Resultados, obviando lo indicado en la pregunta anterior.
  2. Trabajar solo con información histórica y no con proyecciones. Debe tenerse en cuenta que el Margen Bruto que uno quiere cubrir es el que se lograría 12 meses (o más en algunos casos) a partir de la fecha de siniestro, y el siniestro puede ocurrir el último día de vigencia de la póliza, extendiendo el periodo de indemnización fuera de la misma.
  3. No tener en cuenta que es una cobertura a Prorrata y que hay que asegurar (al menos) 12 meses de Beneficio Bruto completo, y no una suma “que parezca suficiente” como si fuese una cobertura a primer riesgo.
  4. Ser muy optimista en la duración del Periodo de Indemnización contratado.

En cuanto al análisis de riesgos, ¿qué aspectos clave debe evaluar un PAS junto con su cliente antes de recomendar una póliza de Lucro Cesante?

  • Identificación de los riesgos críticos que pueden interrumpir la operación. Para cada uno establecer en qué porcentaje afecta el negocio y por cuánto tiempo.
  • Siempre recomendamos seguir los pasos de identificación, análisis, mitigación o prevención, y recién en ese momento diseñar el plan para transferir.
  • Capacidad de recuperación operativa, planes de contingencia y de continuidad de negocio. Se debe tener en cuenta que estos planes muchas veces ponen el foco en reactivar el servicio, pero que desde la fecha de reactivación del plan no siempre desaparece la pérdida porque el servicio se brinda pero con costos extras.
  • Evaluación de la dependencia de proveedores o clientes clave y otros factores externos.

¿Qué diferencias principales existen entre las pólizas bajo modalidad americana y las de modalidad inglesa, y en qué casos conviene elegir una u otra?

El primer consejo sería no dejarse llevar por la etiqueta de “modalidad inglesa o americana” sino leer cada texto, ya que hay muchísimas variaciones de textos en el mercado que son en general sutiles pero pueden ser relevantes en casos particulares.

En forma resumida las principales diferencias son que la modalidad inglesa fija un periodo de Indemnización durante el cual se cubren las pérdidas que son consecuencia que el negocio esté afectado por daño material, mientras que la modalidad americana la indemnización termina cuando se reestablece la capacidad de producción y puede no tener un periodo de indemnización limitado en meses. También hay que tener en cuenta que la modalidad americana no cubre la pérdida por destrucción de inventarios de producto terminado, ya que se piensan como complemento de una póliza que cubre los stocks de estos productos a valor de venta, y pagan está pérdida dentro del daño material.

¿Hay otros errores en las pólizas que se detecten al momento del siniestro?

Ocurre que muchos textos son muy breves y suelen dejar temas importantes sin definir.

Nos referimos, por ejemplo, a temas como la forma de aplicar Período de Indemnización (¿comienza con el daño material o cuando empieza a haber pérdida?), deducibles (¿primeros días? ¿consecutivos o solo cuento cuando hay pérdida? ¿o días de pérdida promedio? ¿o días de producción normal?), o si aplica o no, y en qué bases se calcula, la regla proporcional.

Al momento del siniestro estas indefiniciones, que podrían parecer semánticas, pueden generar diferencias sustanciales en el cálculo y por ende conflicto entre las partes.

¿Cómo impactan las demoras en obras de construcción o montaje en este tipo de cobertura, y qué debe prever un PAS para evitar conflictos con sus clientes?

Las demoras en obras de construcción y montaje se aseguran en una cobertura “hermana”, pero no idéntica, a la Pérdida de Beneficios, conocida como Pérdida de Beneficios Anticipada, ALOP (Advanced Loss Profits) o DSU (Delay in start-up).

Al igual que la Pérdida de Beneficios no cubre cualquier demora sino únicamente la demora que sea consecuencia de un Daño Material cubierto. La demora debe afectar la fecha de finalización prevista de la obra.

“No hay que dejarse llevar por la etiqueta de ‘modalidad inglesa o americana’ sino leer cada texto, ya que hay muchísimas variaciones que son en general sutiles pero pueden ser relevantes en casos particulares”

Esta cobertura puede cubrir el Beneficio Bruto esperado del comitente de la obra, o también el interés de financiador (Banco o ente público por ejemplo). No cubre el propio perjuicio de la constructora, que también se puede ver afectado en su negocio por la demora.

A diferencia de un siniestro de Pérdida de Beneficios, donde el efecto suele verse inmediatamente después del daño, en un caso de ALOP la afección del negocio se ve recién cuando la obra se iba a entregar. Es decir en una obra de 3 años, el Daño puede ocurrir en el primer mes, en la mitad, o en el último mes, pero el Periodo de Indemnización comienza recién en la fecha en que la obra se iba a entregar y no se pudo entregar. Esto tiene como efecto colateral que puedo tener varios siniestros durante la obra, pero hay una única demora, que ocurre toda junta al final, sumando los efectos de todos los siniestros, pero también de otros factores que no son siniestros, que hay que separar.

Es muy importante que además de obviamente denunciar si ocurre un siniestro, cualquier otra interrupción en la obra o demora en el cronograma que no sea consecuencia de un siniestro sea informada a los aseguradores.

¿Qué consejos prácticos les darías a los PAS para que puedan explicar de forma clara esta cobertura a las PyMEs?

En primer lugar, transmitir que para muchas de las PyMEs, cuyo negocio depende en altísimo porcentaje de una ubicación principal, es una cobertura imprescindible. No tenerla a nuestro criterio es un error, y si los argumentos para no contratarla son de costo, debería analizarse seriamente que reemplacen el presupuesto alocado a otros seguros menos críticos.

En segundo lugar, si bien algunos detalles pueden ser muy técnicos, explicar la cobertura al dueño de un negocio no debería ser difícil, ya que este va a tener muy claro lo que pasaría con su “bolsillo” si por un año deja de vender a consecuencia de un siniestro.  Transmitir que la cobertura es en forma sencilla lo que deja de entrar por ese periodo menos lo que puede ahorrar (costos variables).

“Para muchas de las PyMEs, cuyo negocio depende en altísimo porcentaje de una ubicación principal, es una cobertura imprescindible y no tenerla es un error”

Mostrar cómo ayuda a mantener sueldos, alquileres y continuidad del negocio y enfatizar que es clave para la supervivencia financiera tras un siniestro.

Mostrar ejemplos de casos donde los períodos de reconstrucción son largos, para no caer en el exceso de optimismo respecto del posible tiempo de reparación.

Finalmente, ser muy claro se cubre cuando la pérdida de ingresos es consecuencia de un daño material cubierto, no dejar de mencionar que es una cobertura a prorrata, cómo funciona el deducible, e intentar basar la suma asegurada en proyecciones.

Fuente asegurandodigital.com.ar

Polígono Spegazzini: qué originó el incendio qué fábricas resultaron afectadas y Coberturas

Los hechos

El viernes 13 de noviembre siendo aproximadamente las 21 horas comienza en el Polígono Industrial de Spegazzini, en Ezeiza uno de los eventos más destructivos del año.

En la empresa Logischem SA dedicada al almacenamiento y distribución de químicos (la mayoría de ellos altamente inflamables) se inició un foco ígneo, seguido por una gran explosión. La dimensión de la misma generó una onda expansiva que no sólo provocó daños a otras industrias dentro del Polígono, sino que retumbó a más de 15km a la redonda dejando secuelas dañosas fuera de los límites del predio industrial.

Durante varios días la zona estuvo sellada y en ella trabajaron los peritos de los cuerpos de bomberos (durante el hecho trabajaron entre 50 y 70 dotaciones y alrededor de 400 bomberos, personal policial y expertos en seguridad, se calcula que fueron más de 700 personas), del Ministerio de Salud de la provincia, de la Intendencia de Ezeiza y de las compañías aseguradoras.

Aún siguen investigando para dilucidar bien la dimensión de los daños y lo que es más importante aún cuál fue el motivo que dio origen al evento, para poder determinar la cadena de responsabilidades y, además, llegar a una conclusión que permita mejorar la prevención en el futuro.

A pesar de ser un evento tan catastrófico, no hubo que lamentar víctimas fatales; se registraron 24 heridos de distinta gravedad, algunos leves y otros con fracturas expuestas. Una persona sufrió un infarto. Se cree que todos están fuera de peligro, muchos ya han sido dados de alta y vuelto a sus hogares.

Esta situación se debió a que el fuego se inició durante la noche y gran parte de las empresas instaladas en el Polígono Industrial no operan en horario nocturno, salvo algunas pocas.

Más allá de las lesiones físicas hay que tener en cuenta las secuelas psicológicas que un evento de esta naturaleza pueda generar.

Independientemente de haber sufrido algún tipo de lesión, al día de hoy hay personal de las distintas empresas que operaran en el Polígono que tienen temor de ingresar al mismo, y en algunos casos se han producido ataques de pánico.

El origen de los incendios

Se sabe que el fuego se inició en Logischem, aparentemente se encontraban almacenadas sustancias altamente combustibles que no debieron estar juntas en la misma nave. Había peróxido de hidrógeno industrial, fósforo rojo y distintos solventes.

Se supone que el fuego se inició en alguno de los bolsones de peróxido, lo que calentó los contenedores de fosforo rojo (es un elemento químico muy reactivo, que se utiliza para la fabricación de pesticida, cerillas, productos de pirotecnia y otros) y provocó una cadena de pequeñas explosiones hasta llegar a la gran explosión. Hacía pocas semanas se habían recibido varios contenedores de esta última sustancia. Los bomberos explicaron a los medios que ciertos productos, ante el aumento de la temperatura, generan gases en envases cerrados y que en cualquier momento pueden generar llamas.

La explosión fue devastadora, se desprendieron chapas incendiadas y grandes columnas metálicas de la industria Logischem que perforaron la nave de industrias vecinas, algunas contiguas y otras a varios metros de la empresa que originó el siniestro.

Tareas de investigación

Una vez sofocadas las llamas se iniciaron las tareas de investigación, las que llevarán un tiempo.

Las pericias deben abarcar las industrias destruidas por las llamas (origen, medidas de prevención, controles de los productos almacenados, falla en la seguridad, si hubo errores humanos, otros)

También se analizarán videos de la zona afectada, las conversaciones entre los responsables de las industrias y de la seguridad de las mismas, declaraciones de empleados de las empresas (no solo de las afectadas directamente, sino de aquellas que estaban activas en horas del hecho dañoso), inventarios de las sustancias almacenadas en las empresas afectadas y toda otra situación inherente al evento que permita establecer lo que realmente ha sucedido.

Las empresas afectadas

El Polígono Spegazzini es un predio abierto de unas 360 has, en la que se encuentran operativas alrededor de 50 empresas distribuidas en 223 lotes. El mismo está frente al Polo Industrial (separados por la autopista), un complejo cerrado y más nuevo que el del hecho dañoso.

Estos Centros Industriales son los polos productivos más importantes de la zona sur del Gran Buenos Aires. Además, se encuentran estratégicamente localizados, ya que tienen conexión con la Autopista Ezeiza – Cañuelas y se encuentran cerca del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, lo que les da a las empresas una gran ventaja logística para el transporte de mercaderías desde y hacia el interior del país y para las operaciones de exportación e importación.

Según se pudo saber hay 5 empresas totalmente destruidas y otras 5 o 6 que fueron parcialmente dañadas.

Las empresas afectadas total o parcialmente son:

  • Logischem S.A. – Agroquímicos (donde se originó el hecho dañoso) (destrucción total)
  • Plásticos Lagos – Fabricación de envases plásticos para la industria (sólo se salvó una nave)

Se perdieron 2 naves completas, en las que había un año de producción y se dañaron máquinas de la nave que posee la producción de la planta

  • Flamia – Una empresa que realiza perfiles de aluminio (importante destrucción parcial)
  • El Bahiense – Aditivos Alimentarios (daños casi totales)
  • Iron Mountain Logística – Depósitos de documentos privados y estatales (altamente afectada)
  • Larocca Minera – Producción y almacenamiento de neumáticos para la industria minera (daños totales)
  • Almacén de Frío – Refrigeración de mercaderías en tránsito (daños totales en el edificio)
  • PARNOR S.A. – Fábrica de galletitas (daños parciales)
  • Molinos Cañuelas SACIFIA – Daños parciales efecto de la onda expansiva de la explosión
  • Sinteplast S.A. – Centro general de operaciones y producción de impermeabilizantes (daños parciales)
  • Distribuidora Salón (daños totales)
  • También se aprecian daños a vehículos y a camiones estacionados en el predio. En algunos casos totalmente calcinados.

Coberturas de seguros

Más allá de los cuantiosos daños materiales, en hechos de esta naturaleza deberán tenerse en cuenta situaciones como la paralización productiva de las empresas que sufrieron los daños o de aquellas que durante varios días no pudieron producir debido a que no se permitió el ingreso a la zona afectada. Es decir, lo que se conoce como Pérdida de Beneficios por paralización de la producción (daños consecuenciales).

En un hecho tan catastrófico actuarán varias coberturas:

  • Todo Riesgo Operativo

Generalmente las industrias contratan este producto. Es una póliza que responde por los daños materiales que sufra la industria a consecuencia de un hecho cubierto y, en caso de haber sido contratada, la Pérdida de Beneficios.

Tengamos en cuenta que la paralización de la producción, a veces, puede llegar a afectar económicamente mucho más que los daños materiales puros, ya que cuando se interrumpe el negocio más allá de no poder responder a las demandas del mercado, se debe hacer frente a gastos fijos que continúan afectando la actividad empresarial.

  • Integral de Industria

En algunos casos hay empresas que deciden contratar una póliza multirriesgo conocida como integral de industria. Este seguro responde según los riesgos que se haya decidido tomar al suscribir el contrato. En grandes procesos industriales cada vez es más común virar de un integral de industria a un todo riesgo operativo.

  • Automotores

Esta es la cobertura que responderá por los daños totales o parciales que hayan sufrido los vehículos que se encontraban estacionados en el predio afectado. En algunos casos hubo destrucción total por incendio y en otros, daños parciales debido a chapas de techo o piezas de mampostería o instalaciones que volaron sobre los autos o camiones.

  • ART

Esta cobertura deberá responder por aquellos empleados que han sufrido lesiones físicas (la mayoría leves) y como ya hemos mencionado anteriormente, lesiones psicológicas.

  • Integral de Comercio

Debido a la onda expansiva se sabe que hubo daños sufridos en comercios ubicados dentro de los15 kilómetros a la redonda. Los seguros multirriesgos contratados por los dueños de estos comercios deberán responder ante situaciones como roturas de vidrieras, paralizaciones de cámaras frigoríficas y otros daños que se verificarán con los peritajes.

  • Combinado Familiar

Al igual que en el caso anterior esta cobertura multirriesgo deberá responder ante los daños que la onda expansiva provocó en las viviendas de la zona: rotura de cristales, algún foco ígneo debido a plásticos encendidos que cayeron en alguna vivienda, pérdida de frío, otros.

  • Responsabilidad Civil

Esta es una de las coberturas más afectadas, fundamentalmente la debiera tener contratada Logischem S.A y los responsables del polígono industrial, ya que deberán responder ante los reclamos por los daños provocados por el incendio y posterior explosión de Logischem. Estos reclamos pueden ser realizados directamente por los damnificados o pueden darse por repetición de las empresas aseguradoras de los otros afectados (subrogación).

Uno de los grandes problemas que se presentan es el del Infraseguro. Desde hace años en la industria del seguro nacional hay un constante llamado de atención debido a que es común asegurar con sumas menores a los verdaderos valores del riesgo. Este Infraseguro del que hablamos afecta no sólo a las sumas aseguradas de daños materiales sino también a las contratadas en responsabilidad civil.

En situaciones como la acontecida en el polígono industrial es más que probable que los valores asegurados no cubran correctamente los reclamos por los daños.

Por otra parte, es necesario entender que no todos los riesgos pueden ser cubiertos por un seguro, existen contingencias que no tienen manera de ser protegidas por una póliza. Por lo dicho es sumamente importante que los empresarios, e industriales en general tengan en cuenta que hay que prever este tipo de situaciones y por ello, tener un plan de contingencia para responder.

Fuente elseguroenaccion.com.ar

Bicicletas y monopatines: boom de seguros en la nueva movilidad urbana

Con el auge de la micromovilidad y las políticas de sustentabilidad urbana, los seguros para bicicletas y monopatines se posicionan como un nuevo pilar de protección para los usuarios modernos. Flexibles, accesibles y diseñados para una generación que se mueve diferente.
El fenómeno de la micromovilidad ya no es una tendencia pasajera, sino una revolución urbana en pleno desarrollo. En las principales ciudades del país, cada vez más personas eligen la bicicleta o el monopatín eléctrico como su medio de transporte diario. Esta elección no solo responde a la necesidad de ahorrar tiempo y dinero, sino también a un compromiso creciente con el medio ambiente. Pero a medida que crece el parque de estos vehículos, también aumenta la conciencia sobre la importancia de protegerlos. De allí surge el boom de los seguros para movilidad personal, un segmento que no deja de expandirse.

Las aseguradoras detectaron en este cambio cultural una oportunidad inédita. El incremento sostenido del uso de bicicletas y monopatines, impulsado por políticas públicas que promueven la sustentabilidad, llevó a desarrollar coberturas a medida. Hoy, existen pólizas diseñadas específicamente para los nuevos hábitos urbanos, con opciones que van desde la protección básica por robo total hasta coberturas integrales que contemplan incendio, destrucción total por accidente, accidentes personales y responsabilidad civil.

El costo de asegurar una bicicleta o un monopatín resulta, además, accesible.

A diferencia del auto o la moto, estos medios de transporte exigen una lógica diferente de protección. La exposición al robo, los daños por accidentes o la posibilidad de afectar a terceros son riesgos cotidianos que requieren soluciones prácticas. En ese sentido, los seguros para movilidad personal se presentan como una respuesta moderna a una nueva forma de circular en la ciudad.

El crecimiento de este mercado también pone de relieve un cambio de mentalidad: los usuarios de hoy valoran la autonomía y la personalización.

El boom de los seguros para bicicletas y monopatines no solo acompaña el auge de la movilidad sustentable, sino que también redefine la manera en que las personas piensan en su seguridad. En una ciudad cada vez más dinámica, proteger estos medios de transporte es proteger el estilo de vida que representan: libre, consciente y en movimiento.

Nuevos límites de cobertura en seguros de responsabilidad civil para autos y TPP

La Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) emitió la Resolución N° 589/2025, publicada el 30 de octubre de 2025, mediante la cual se actualizan las sumas aseguradas y deducibles de los seguros de Responsabilidad Civil (RC) para vehículos automotores, remolcados y destinados al transporte público de pasajeros. Las nuevas coberturas comenzarán a regir para las pólizas emitidas o renovadas a partir del 1° de enero de 2026.

Según informó la SSN en su comunicado oficial, la medida busca fortalecer la protección de las personas afectadas por siniestros viales y adecuar las coberturas al contexto económico actual. Asimismo, procura garantizar la solvencia del sistema asegurador y asegurar que las indemnizaciones cubran de manera suficiente los daños personales y materiales.

La actualización se basa en la variación de la tasa FACPCE (Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas), un índice técnico que refleja la evolución de los costos y se aplica como factor objetivo de ajuste. La SSN revisará estos límites dos veces al año, en abril y octubre, para mantenerlos actualizados.

Montos actualizados

    • RC: Límite máximo por acontecimiento para transporte público de pasajeros: $676.000.000.
    • Gastos sanatoriales por persona: $910.000.
    • Gastos de sepelio por persona: $533.000.
    • Descubierto obligatorio para transporte público: $3.380.000.
    • Cobertura por muerte o incapacidad total y permanente: $20.800.000.
    • Descubierto máximo para taxis y remises: $494.000.

Límites de cobertura por tipo de vehículo

    1. Automóviles, camionetas, remolques, motovehículos, autos sin chofer y casas rodantes: $208.000.000.
    2. Taxis, remises, maquinarias rurales y viales, camiones, servicios de urgencia, fuerzas de seguridad y vehículos M1: $455.000.000.
    3. Transporte público de pasajeros (M2 y M3): $676.000.000.
    4. Vehículos que operan mediante plataformas tecnológicas: $455.000.000.

La resolución se aplicará obligatoriamente a todas las pólizas emitidas o renovadas a partir del 1° de enero de 2026.

Contactos Oficiales de la SSN

La Superintendencia de Seguros de la Nación advierte que se han detectado intentos de contacto por parte de personas ajenas al organismo, quienes se presentan falsamente en su nombre y solicitan información a través de canales no oficiales, como WhatsApp o líneas telefónicas particulares.

La SSN no utiliza WhatsApp ni teléfonos personales para requerir datos o comunicarse con ciudadanos ni con actores del mercado.

  • Las comunicaciones oficiales se realizan únicamente por:
  • Sitio web: www.argentina.gob.ar/ssn
  • Correos institucionales (@ssn.gob.ar)
  • Teléfonos habilitados por la SSN en su sitio web
  • Redes sociales oficiales

Si recibiste algún contacto sospechoso, te pedimos no brindar datos personales y realizar el reclamo correspondiente a través del TAD Realizar un Reclamo ante la Superintendencia de Seguros de la Nación.

Recomendamos a la ciudadanía extremar las precauciones y confiar únicamente en los medios de contacto institucionales.

El seguro argentino en un punto de inflexión: desafíos macroeconómicos, transformación digital y el nuevo consumidor

Cada Día del Seguro nos invita a reconocer los avances en la industria y a preguntarnos cómo seguimos respondiendo al nuevo contexto del mercado asegurador: ¿Qué rol debe tener nuestro sector en una economía que exige más adaptabilidad, innovación y confianza? ¿Cómo nos adaptamos a las nuevas demandas del consumidor?

Durante décadas, la industria aseguradora se definió por su estabilidad. Hoy, esa misma estabilidad se convirtió en su mayor desafío. La transformación digital está reconfigurando todos los sectores y el nuestro no es la excepción. Pero la verdadera revolución que estamos viviendo no pasa solo por incorporar nuevas herramientas, sino por adaptarnos a las nuevas formas de vincularnos con las personas.

Incorporar inteligencia artificial o automatización no alcanza si no logramos conectar de manera más humana con nuestros asegurados. La innovación solo tiene sentido cuando mejora la vida de las personas y fortalece la confianza. El cliente de hoy es distinto: demanda inmediatez, transparencia y propósito. Ya no busca solo una cobertura frente al riesgo, sino evitarlo, con previsibilidad y una mayor conciencia aseguradora. Quiere comprender el valor de lo que contrata, acceder a soluciones simples y adaptadas a su estilo de vida. En ese camino, el verdadero diferencial está en algo que para nosotros es esencial: el valor de dar respuesta.

Esa transformación del consumidor redefine el rol de las compañías aseguradoras. Por eso, trabajan para que cada interacción sea una oportunidad de generar valor, combinando tecnología y cercanía. Implementando procesos automatizados e inteligencia artificial en la gestión de siniestros y suscripción, cotizadores y autogestión. Pero, al mismo tiempo, no perdiendo de vista el valor de brindar respuestas personalizadas y herramientas que ofrezcan soluciones rápidas, completas y confiables.

Este nuevo perfil de cliente, más informado y participativo, también impulsa a asumir un rol activo en su formación y acompañamiento. La conciencia aseguradora y la educación financiera son hoy dos ejes estratégicos de nuestra agenda. Un consumidor informado toma mejores decisiones, reduce los riesgos y fortalece la confianza en el sistema. Por eso, uno de los mayores desafíos, y también una gran oportunidad para la industria, es promover la conciencia aseguradora desde una mirada social y educativa, acercando el valor del seguro a toda la sociedad.

Además, debemos repensar el acceso al seguro y promover la inclusión financiera en sectores vulnerables y no bancarizados. Contar con microseguros accesibles y fáciles de contratar a través de plataformas digitales es la manera en que el sector asegurador puede contribuir significativamente a la mejora de la calidad de vida y la estabilidad económica de las poblaciones.

En definitiva, la industria aseguradora es, sin dudas, un motor de crecimiento y desarrollo dentro de la economía argentina. Desempeña un papel clave en la estabilidad económica, la inversión y la protección social. Por eso, frente a un entorno en permanente transformación, el mercado asegurador debe seguir adaptándose al contexto para consolidarse como un pilar de confianza, inversión y crecimiento para el país.

Accidentes de tránsito: Guiá a tu asegurado más allá del reclamo administrativo

Luego de un accidente de tránsito, el PAS activa su razón de ser por excelencia: informarle a su cliente todas las opciones de reclamo que están a su alcance para obtener el resarcimiento económico que le corresponde. Las opciones son varias (no siempre excluyentes) y para el PAS la responsabilidad corre por conocer en profundidad el reclamo administrativo vía compañías de seguros.

Sin embargo, un servicio de excelencia se brinda cuando se asume que, independientemente de los medios, el fin último del cliente es restituir su patrimonio y bienestar. Darle aviso de todas las vías de reclamo con las que cuenta, incluyendo las legales, es más que bienvenido, aún cuando no sea estrictamente nuestro ámbito de acción. Al asesorarlo, le ayudamos a disminuir su estrés frente al imprevisto que causa un accidente, se sentirá contenido y acompañado, y sumará una “experiencia positiva dentro de lo negativo”. Un cliente contenido frente a la inestabilidad de un siniestro es un asegurado más que empodera su confianza en el sistema. El ciclo cierra perfecto.

“Frente a un accidente en realidad no siempre es necesario llegar a un litigio, pero sí hay que evaluar las características del hecho y el tipo de perjuicio que han ocasionado para poder definir la vía de reclamo más pertinente”,

Si el daño es leve y no hay lesiones físicas, resolverlo con las compañías aseguradoras es suficiente. Se presenta la documentación, se inicia el reclamo administrativo y en pocas semanas, a veces apenas días, el daño está resuelto. Es probable que el cliente atraviese un momento de estrés por lo imprevisto del accidente, pero al brindarle acompañamiento y respuesta rápida, su rutina se restituye muy rápidamente (y la experiencia positiva con el sistema asegurador, también).

“Si los daños no tienen mucha envergadura, si el accidente ha sido claro, si no ha habido lesiones o ha sido simplemente un latigazo cervical lo que se hace es promover un reclamo administrativo, que en realidad es una gestión con la compañía de seguros del responsable para ver que meriten todo este perjuicio que hemos tenido y nos hagan alguna propuesta económica. Puede ser un buen primer paso.”

Pero sabemos que en muchas otras ocasiones los accidentes son complejos. Los daños pueden ser mayores, con varios involucrados, consecuencias en la salud que implican tratamientos a largo plazo y costos altos para la reparación de todo lo que se haya dañado.

Tuve un accidente de tránsito, tengo que hacer un juicio ya bastante con que me chocaron. Digamos que esta pregunta nosotros la escuchamos habitualmente y es normal, es cierto. Uno tuvo un problema, un accidente de tránsito, ya bastante eso te trastorna como para tener que pensar y encima me tengo que meter en un juicio”,

En este sentido, el abogado especialista en siniestros explica que es importante analizar qué tipo de accidente fue, cuáles han sido realmente los daños materiales, si involucra lesiones o no. Y, dependiendo de esto, considerar la solicitud de una mediación.

“Primero que nada, habría que pensar de acuerdo al accidente de tránsito que tuve, cuáles son mis oportunidades para poder obtener el resarcimiento de los daños”. En el caso en que se opte por el camino del litigio, el primer paso es dar lugar a una mediación, un instancia previa a un juicio donde se cita a la compañía de seguros de la otra parte y se exponen los daños y perjuicios que se tuvieron.

Además, la complejidad puede estar atravesada por otras cuestiones. “Muchas veces se incorporan otras situaciones en la mediación, como no disponer del vehículo en un tiempo: ¿quién se va a ocupar de poder meritar económicamente esa indisponibilidad del vehículo? El vehículo estaba aplicado a una cuestión comercial. Eso es un lucro cesante. A ver, si yo no lo utilizo, no puedo generar un ingreso para mí o para la empresa. Por lo tanto, también puede ser un rubro alternativo.”

Otra cuestión a tener en cuenta es la pérdida de valor del vehículo en función del accidente. En el momento de querer venderlo, si el daño fue grande, aún reparado, el precio de mercado disminuye. “Un vehículo que fue chocado siempre lo va a reconocer un perito. Es verdad. Y le van a bajar el valor de venta.”

Otra variable que muchas veces desconocen los asegurados es la compatibilidad de reclamos en una mediación y la ART, en simultáneo. “Podría darse el caso, una persona que trabaja en relación de dependencia y tiene una ART”,  “no, no son situaciones incompatibles.”

Infraseguro: El diálogo con el cliente es la clave para proteger su patrimonio

En un contexto económico desafiante el infraseguro sigue siendo un problema. ¿Qué rol debemos asumir los productores asesores de seguros? La importancia de hablar con el cliente, sincerar los valores y ofrecer coberturas integrales.

El infraseguro sigue siendo un desafío constante en nuestro mercado, especialmente con las fluctuaciones económicas actuales. Por ello es crucial que como productores de seguros estemos al tanto de esta situación y tomemos medidas proactivas para proteger a nuestros clientes.

Es corriente escuchar que los clientes buscan «seguros baratos,» pero debemos recordarles que un seguro económico puede resultar insuficiente ante un siniestro.

Muchos asegurados no realizan inventarios adecuados de sus bienes o, incluso, ocultan información relevante. Es importante fomentar una comunicación abierta y honesta con nuestros asegurados para que comprendan que somos sus asesores y protectores de su patrimonio.

En muchos casos observamos que un alto porcentaje de pólizas presentan infraseguro o seguros insuficientes. Esto es particularmente preocupante en la Responsabilidad Civil, donde las sumas aseguradas suelen ser demasiado bajas para cubrir los daños potenciales.

Además debemos tener en cuenta que muchas pólizas, sobre todo en edificios y obras, están basadas en valores históricos que no reflejan la realidad actual. Ante un siniestro, las indemnizaciones pueden ser mínimas y generar conflictos innecesarios.

La inteligencia artificial puede ser una herramienta útil para que las compañías evalúen los valores en riesgo, pero el contacto directo con el cliente sigue siendo esencial. No podemos asumir que una póliza en dólares está automáticamente protegida contra el infraseguro, ya que las fluctuaciones cambiarias pueden generar diferencias significativas.

Es fundamental sentarse con el cliente, revisar los inventarios y sincerar los valores asegurados. No podemos renovar pólizas automáticamente, basándonos en índices genéricos. Hay que conocer en detalle los bienes asegurados, su valor de reposición y los riesgos asociados.

Evitemos las descripciones como «contenido general» y fomentemos el desglose detallado de los bienes asegurados. Esto facilitará la liquidación de siniestros. Recordemos que, a mejor póliza y mejor suma asegurada, mejor protegido estará el asegurado. Esto también beneficia a la compañía y al productor, que recibe una mayor comisión por su trabajo.

En lugar de buscar el seguro más económico, debemos asesorar a nuestros clientes para que contraten una cobertura integral que se adapte a sus necesidades y proteja su patrimonio de manera efectiva. La RC es tan importante como los daños materiales y debemos asegurarnos de que nuestros clientes lo comprendan.«

La prescripción en seguros: ¿Estás al día con los plazos?          

Conocer los plazos de prescripción es clave para la gestión de siniestros y la correcta asesoría a tus clientes. Te contamos los detalles que no podés pasar por alto.

Como productores asesores de seguros, nuestra tarea va más allá de emitir una póliza; implica un acompañamiento integral en la gestión de riesgos y siniestros. En este contexto, el tema de la prescripción se vuelve un punto crítico. La prescripción, que es la extinción de un derecho por el transcurso del tiempo, puede hacer la diferencia entre un cliente satisfecho y uno que pierde la posibilidad de ser resarcido.

Es fundamental tener claridad sobre los plazos que rigen en la materia. Para las acciones contra terceros, es decir, cuando nuestro asegurado es víctima de un accidente y debe reclamar daños a la aseguradora del responsable, el plazo es de tres años a partir del siniestro o del momento en que se tomó conocimiento del mismo. Sin embargo, para los terceros transportados, este plazo se reduce a dos años, un detalle que muchos desconocen y que puede resultar vital.

Por otro lado, en la relación entre el asegurado y su propia compañía, la Ley de Seguros establece un plazo de prescripción de un año. Este plazo es aplicable a las acciones fundadas en el contrato de seguro y comienza a correr desde el momento en que la obligación se vuelve exigible.

Un punto que no podemos olvidar es la posibilidad de interrumpir la prescripción. Una demanda judicial, incluso si es presentada ante un juez incompetente, anula el plazo y lo hace volver a cero, dándole al cliente una nueva oportunidad.

Estar al tanto de estos plazos y sus excepciones no solo nos permite brindar un mejor servicio, sino que también nos posiciona como asesores proactivos que cuidan los intereses de sus asegurados.«

Seguros: las cláusulas que pocos leen

En seguros de hogar, uno de los rechazos más frecuentes se da por incumplimiento de las medidas de seguridad exigidas en la póliza. Aunque muchas personas no lo notan al momento de contratar, existen cláusulas específicas que obligan a tener ciertos elementos instalados para que la cobertura de robo se mantenga vigente. Algunas de estas condiciones incluyen:

  • Rejas en todas las aberturas exteriores

  • Cerradura doble paleta en puertas principales

  • Alarma monitoreada en algunos casos

  • Que el terreno no sea lindero a un baldío

“Estas condiciones suelen pasar desapercibidas, pero el día del siniestro, si no están cumplidas, la compañía puede rechazar el pago”.

Otro caso típico de rechazo se da en siniestros por incendio, cuando el domicilio declarado en la póliza no coincide con el real. Un simple error de numeración en la dirección puede dejar sin efecto la cobertura.

Seguros de autos: la reticencia como causa de rechazo

En el caso de los seguros automotores, el motivo más frecuente de rechazo es lo que se conoce como reticencia, es decir, ocultar o falsear información intencionalmente al momento de contratar la póliza. Un ejemplo clásico:

“Un cliente declara que el vehículo duerme en Mar del Plata —donde la prima es más baja— pero en realidad lo guarda todos los días en el centro de Buenos Aires”
“El día del siniestro, el perito verifica rápidamente la ubicación real y la compañía rechaza el reclamo por falsa declaración”.

Este tipo de omisión no solo puede anular la cobertura, sino que también genera riesgos legales para el asegurado por incumplimiento contractual.

Otros errores frecuentes

  • No notificar cambios en el uso del vehículo (por ejemplo, usarlo para trabajo cuando está declarado como uso particular)

  • Dejar la póliza impaga o con períodos de suspensión no informados

  • No declarar modificaciones importantes en el inmueble (ampliaciones, cambios de destino, etc.)

La recomendación es clara: asesorarse con un productor asesor de seguros al contratar y revisar periódicamente las condiciones de la póliza. No basta con pagar la cuota todos los meses; hay que asegurarse de que los datos estén correctos y las condiciones se cumplan.

Conclusión

“Las aseguradoras están obligadas a cumplir lo pactado, pero el asegurado también. La mejor forma de evitar problemas es informarse bien y decir siempre la verdad al contratar”,