En este contexto, contar con las coberturas apropiadas no es un gasto, sino una decisión estratégica. No solo permite cubrir los costos de reparación, reposición de bienes o indemnizaciones, sino que incluso brinda estabilidad para atravesar cualquier crisis sin comprometer la estructura de la empresa. En esta línea, algunas compañías como Grupo San Cristóbal entienden la importancia de ofrecer soluciones que se adapten a las distintas necesidades de una pyme, para proporcionar tranquilidad y seguridad.
Resulta clave, entonces, conocer las herramientas adecuadas para afrontar los riesgos inherentes a cada tipo de actividad, y así proteger los activos de la compañía y sus colaboradores. Entre las modalidades de seguros más extendidas en el mercado se encuentran las de responsabilidad civil o accidentes laborales, incendios, robos, rotura de maquinaria o daños por fenómenos climáticos.
Más allá del tamaño de la pyme, hay coberturas obligatorias, como la de Riesgos del Trabajo (ART) y los Seguros de Vida, así como otras de carácter sectorial, como las establecidas por el Convenio Colectivo Mercantil o el del Peón Rural.
Los seguros de vida optativos que complementan el seguro obligatorio, particularmente el que cubre la Ley de Contrato de Trabajo, no solo permite cumplir con la obligación legal de indemnizar al colaborador, sino que además refuerza la protección del empleado, su familia y la propia empresa, evitando que el resarcimiento económico deba ser afrontado con el patrimonio del empleador.
También existen coberturas clave según la actividad y sus riesgos asociados, como el Seguro Técnico en obras o la Responsabilidad Civil y Transporte para empresas con vehículos en la calle. Y cuando hablamos de cuidar el negocio, los seguros de Integral de Comercio o Todo Riesgo Operativo son fundamentales, sus coberturas están diseñadas para proteger el patrimonio, la continuidad operativa y la pérdida de beneficios ante la ocurrencia de un siniestro.
En definitiva, asegurarse bien no solo es cumplir con la ley, sino también proteger el vínculo con los empleados, los clientes y los proveedores, y darle a la empresa la tranquilidad que necesita para seguir operando.
Disponer de estas coberturas protege el presente de las pymes y les permite proyectarse con mayor seguridad hacia el futuro. La prevención es la mejor aliada frente a la incertidumbre y un instrumento estratégico para sentar las bases de un crecimiento sostenible.