Contactos Oficiales de la SSN

La Superintendencia de Seguros de la Nación advierte que se han detectado intentos de contacto por parte de personas ajenas al organismo, quienes se presentan falsamente en su nombre y solicitan información a través de canales no oficiales, como WhatsApp o líneas telefónicas particulares.

La SSN no utiliza WhatsApp ni teléfonos personales para requerir datos o comunicarse con ciudadanos ni con actores del mercado.

  • Las comunicaciones oficiales se realizan únicamente por:
  • Sitio web: www.argentina.gob.ar/ssn
  • Correos institucionales (@ssn.gob.ar)
  • Teléfonos habilitados por la SSN en su sitio web
  • Redes sociales oficiales

Si recibiste algún contacto sospechoso, te pedimos no brindar datos personales y realizar el reclamo correspondiente a través del TAD Realizar un Reclamo ante la Superintendencia de Seguros de la Nación.

Recomendamos a la ciudadanía extremar las precauciones y confiar únicamente en los medios de contacto institucionales.

El seguro argentino en un punto de inflexión: desafíos macroeconómicos, transformación digital y el nuevo consumidor

Cada Día del Seguro nos invita a reconocer los avances en la industria y a preguntarnos cómo seguimos respondiendo al nuevo contexto del mercado asegurador: ¿Qué rol debe tener nuestro sector en una economía que exige más adaptabilidad, innovación y confianza? ¿Cómo nos adaptamos a las nuevas demandas del consumidor?

Durante décadas, la industria aseguradora se definió por su estabilidad. Hoy, esa misma estabilidad se convirtió en su mayor desafío. La transformación digital está reconfigurando todos los sectores y el nuestro no es la excepción. Pero la verdadera revolución que estamos viviendo no pasa solo por incorporar nuevas herramientas, sino por adaptarnos a las nuevas formas de vincularnos con las personas.

Incorporar inteligencia artificial o automatización no alcanza si no logramos conectar de manera más humana con nuestros asegurados. La innovación solo tiene sentido cuando mejora la vida de las personas y fortalece la confianza. El cliente de hoy es distinto: demanda inmediatez, transparencia y propósito. Ya no busca solo una cobertura frente al riesgo, sino evitarlo, con previsibilidad y una mayor conciencia aseguradora. Quiere comprender el valor de lo que contrata, acceder a soluciones simples y adaptadas a su estilo de vida. En ese camino, el verdadero diferencial está en algo que para nosotros es esencial: el valor de dar respuesta.

Esa transformación del consumidor redefine el rol de las compañías aseguradoras. Por eso, trabajan para que cada interacción sea una oportunidad de generar valor, combinando tecnología y cercanía. Implementando procesos automatizados e inteligencia artificial en la gestión de siniestros y suscripción, cotizadores y autogestión. Pero, al mismo tiempo, no perdiendo de vista el valor de brindar respuestas personalizadas y herramientas que ofrezcan soluciones rápidas, completas y confiables.

Este nuevo perfil de cliente, más informado y participativo, también impulsa a asumir un rol activo en su formación y acompañamiento. La conciencia aseguradora y la educación financiera son hoy dos ejes estratégicos de nuestra agenda. Un consumidor informado toma mejores decisiones, reduce los riesgos y fortalece la confianza en el sistema. Por eso, uno de los mayores desafíos, y también una gran oportunidad para la industria, es promover la conciencia aseguradora desde una mirada social y educativa, acercando el valor del seguro a toda la sociedad.

Además, debemos repensar el acceso al seguro y promover la inclusión financiera en sectores vulnerables y no bancarizados. Contar con microseguros accesibles y fáciles de contratar a través de plataformas digitales es la manera en que el sector asegurador puede contribuir significativamente a la mejora de la calidad de vida y la estabilidad económica de las poblaciones.

En definitiva, la industria aseguradora es, sin dudas, un motor de crecimiento y desarrollo dentro de la economía argentina. Desempeña un papel clave en la estabilidad económica, la inversión y la protección social. Por eso, frente a un entorno en permanente transformación, el mercado asegurador debe seguir adaptándose al contexto para consolidarse como un pilar de confianza, inversión y crecimiento para el país.

Accidentes de tránsito: Guiá a tu asegurado más allá del reclamo administrativo

Luego de un accidente de tránsito, el PAS activa su razón de ser por excelencia: informarle a su cliente todas las opciones de reclamo que están a su alcance para obtener el resarcimiento económico que le corresponde. Las opciones son varias (no siempre excluyentes) y para el PAS la responsabilidad corre por conocer en profundidad el reclamo administrativo vía compañías de seguros.

Sin embargo, un servicio de excelencia se brinda cuando se asume que, independientemente de los medios, el fin último del cliente es restituir su patrimonio y bienestar. Darle aviso de todas las vías de reclamo con las que cuenta, incluyendo las legales, es más que bienvenido, aún cuando no sea estrictamente nuestro ámbito de acción. Al asesorarlo, le ayudamos a disminuir su estrés frente al imprevisto que causa un accidente, se sentirá contenido y acompañado, y sumará una “experiencia positiva dentro de lo negativo”. Un cliente contenido frente a la inestabilidad de un siniestro es un asegurado más que empodera su confianza en el sistema. El ciclo cierra perfecto.

“Frente a un accidente en realidad no siempre es necesario llegar a un litigio, pero sí hay que evaluar las características del hecho y el tipo de perjuicio que han ocasionado para poder definir la vía de reclamo más pertinente”,

Si el daño es leve y no hay lesiones físicas, resolverlo con las compañías aseguradoras es suficiente. Se presenta la documentación, se inicia el reclamo administrativo y en pocas semanas, a veces apenas días, el daño está resuelto. Es probable que el cliente atraviese un momento de estrés por lo imprevisto del accidente, pero al brindarle acompañamiento y respuesta rápida, su rutina se restituye muy rápidamente (y la experiencia positiva con el sistema asegurador, también).

“Si los daños no tienen mucha envergadura, si el accidente ha sido claro, si no ha habido lesiones o ha sido simplemente un latigazo cervical lo que se hace es promover un reclamo administrativo, que en realidad es una gestión con la compañía de seguros del responsable para ver que meriten todo este perjuicio que hemos tenido y nos hagan alguna propuesta económica. Puede ser un buen primer paso.”

Pero sabemos que en muchas otras ocasiones los accidentes son complejos. Los daños pueden ser mayores, con varios involucrados, consecuencias en la salud que implican tratamientos a largo plazo y costos altos para la reparación de todo lo que se haya dañado.

Tuve un accidente de tránsito, tengo que hacer un juicio ya bastante con que me chocaron. Digamos que esta pregunta nosotros la escuchamos habitualmente y es normal, es cierto. Uno tuvo un problema, un accidente de tránsito, ya bastante eso te trastorna como para tener que pensar y encima me tengo que meter en un juicio”,

En este sentido, el abogado especialista en siniestros explica que es importante analizar qué tipo de accidente fue, cuáles han sido realmente los daños materiales, si involucra lesiones o no. Y, dependiendo de esto, considerar la solicitud de una mediación.

“Primero que nada, habría que pensar de acuerdo al accidente de tránsito que tuve, cuáles son mis oportunidades para poder obtener el resarcimiento de los daños”. En el caso en que se opte por el camino del litigio, el primer paso es dar lugar a una mediación, un instancia previa a un juicio donde se cita a la compañía de seguros de la otra parte y se exponen los daños y perjuicios que se tuvieron.

Además, la complejidad puede estar atravesada por otras cuestiones. “Muchas veces se incorporan otras situaciones en la mediación, como no disponer del vehículo en un tiempo: ¿quién se va a ocupar de poder meritar económicamente esa indisponibilidad del vehículo? El vehículo estaba aplicado a una cuestión comercial. Eso es un lucro cesante. A ver, si yo no lo utilizo, no puedo generar un ingreso para mí o para la empresa. Por lo tanto, también puede ser un rubro alternativo.”

Otra cuestión a tener en cuenta es la pérdida de valor del vehículo en función del accidente. En el momento de querer venderlo, si el daño fue grande, aún reparado, el precio de mercado disminuye. “Un vehículo que fue chocado siempre lo va a reconocer un perito. Es verdad. Y le van a bajar el valor de venta.”

Otra variable que muchas veces desconocen los asegurados es la compatibilidad de reclamos en una mediación y la ART, en simultáneo. “Podría darse el caso, una persona que trabaja en relación de dependencia y tiene una ART”,  “no, no son situaciones incompatibles.”

Infraseguro: El diálogo con el cliente es la clave para proteger su patrimonio

En un contexto económico desafiante el infraseguro sigue siendo un problema. ¿Qué rol debemos asumir los productores asesores de seguros? La importancia de hablar con el cliente, sincerar los valores y ofrecer coberturas integrales.

El infraseguro sigue siendo un desafío constante en nuestro mercado, especialmente con las fluctuaciones económicas actuales. Por ello es crucial que como productores de seguros estemos al tanto de esta situación y tomemos medidas proactivas para proteger a nuestros clientes.

Es corriente escuchar que los clientes buscan «seguros baratos,» pero debemos recordarles que un seguro económico puede resultar insuficiente ante un siniestro.

Muchos asegurados no realizan inventarios adecuados de sus bienes o, incluso, ocultan información relevante. Es importante fomentar una comunicación abierta y honesta con nuestros asegurados para que comprendan que somos sus asesores y protectores de su patrimonio.

En muchos casos observamos que un alto porcentaje de pólizas presentan infraseguro o seguros insuficientes. Esto es particularmente preocupante en la Responsabilidad Civil, donde las sumas aseguradas suelen ser demasiado bajas para cubrir los daños potenciales.

Además debemos tener en cuenta que muchas pólizas, sobre todo en edificios y obras, están basadas en valores históricos que no reflejan la realidad actual. Ante un siniestro, las indemnizaciones pueden ser mínimas y generar conflictos innecesarios.

La inteligencia artificial puede ser una herramienta útil para que las compañías evalúen los valores en riesgo, pero el contacto directo con el cliente sigue siendo esencial. No podemos asumir que una póliza en dólares está automáticamente protegida contra el infraseguro, ya que las fluctuaciones cambiarias pueden generar diferencias significativas.

Es fundamental sentarse con el cliente, revisar los inventarios y sincerar los valores asegurados. No podemos renovar pólizas automáticamente, basándonos en índices genéricos. Hay que conocer en detalle los bienes asegurados, su valor de reposición y los riesgos asociados.

Evitemos las descripciones como «contenido general» y fomentemos el desglose detallado de los bienes asegurados. Esto facilitará la liquidación de siniestros. Recordemos que, a mejor póliza y mejor suma asegurada, mejor protegido estará el asegurado. Esto también beneficia a la compañía y al productor, que recibe una mayor comisión por su trabajo.

En lugar de buscar el seguro más económico, debemos asesorar a nuestros clientes para que contraten una cobertura integral que se adapte a sus necesidades y proteja su patrimonio de manera efectiva. La RC es tan importante como los daños materiales y debemos asegurarnos de que nuestros clientes lo comprendan.«

La prescripción en seguros: ¿Estás al día con los plazos?          

Conocer los plazos de prescripción es clave para la gestión de siniestros y la correcta asesoría a tus clientes. Te contamos los detalles que no podés pasar por alto.

Como productores asesores de seguros, nuestra tarea va más allá de emitir una póliza; implica un acompañamiento integral en la gestión de riesgos y siniestros. En este contexto, el tema de la prescripción se vuelve un punto crítico. La prescripción, que es la extinción de un derecho por el transcurso del tiempo, puede hacer la diferencia entre un cliente satisfecho y uno que pierde la posibilidad de ser resarcido.

Es fundamental tener claridad sobre los plazos que rigen en la materia. Para las acciones contra terceros, es decir, cuando nuestro asegurado es víctima de un accidente y debe reclamar daños a la aseguradora del responsable, el plazo es de tres años a partir del siniestro o del momento en que se tomó conocimiento del mismo. Sin embargo, para los terceros transportados, este plazo se reduce a dos años, un detalle que muchos desconocen y que puede resultar vital.

Por otro lado, en la relación entre el asegurado y su propia compañía, la Ley de Seguros establece un plazo de prescripción de un año. Este plazo es aplicable a las acciones fundadas en el contrato de seguro y comienza a correr desde el momento en que la obligación se vuelve exigible.

Un punto que no podemos olvidar es la posibilidad de interrumpir la prescripción. Una demanda judicial, incluso si es presentada ante un juez incompetente, anula el plazo y lo hace volver a cero, dándole al cliente una nueva oportunidad.

Estar al tanto de estos plazos y sus excepciones no solo nos permite brindar un mejor servicio, sino que también nos posiciona como asesores proactivos que cuidan los intereses de sus asegurados.«

Seguros: las cláusulas que pocos leen

En seguros de hogar, uno de los rechazos más frecuentes se da por incumplimiento de las medidas de seguridad exigidas en la póliza. Aunque muchas personas no lo notan al momento de contratar, existen cláusulas específicas que obligan a tener ciertos elementos instalados para que la cobertura de robo se mantenga vigente. Algunas de estas condiciones incluyen:

  • Rejas en todas las aberturas exteriores

  • Cerradura doble paleta en puertas principales

  • Alarma monitoreada en algunos casos

  • Que el terreno no sea lindero a un baldío

“Estas condiciones suelen pasar desapercibidas, pero el día del siniestro, si no están cumplidas, la compañía puede rechazar el pago”.

Otro caso típico de rechazo se da en siniestros por incendio, cuando el domicilio declarado en la póliza no coincide con el real. Un simple error de numeración en la dirección puede dejar sin efecto la cobertura.

Seguros de autos: la reticencia como causa de rechazo

En el caso de los seguros automotores, el motivo más frecuente de rechazo es lo que se conoce como reticencia, es decir, ocultar o falsear información intencionalmente al momento de contratar la póliza. Un ejemplo clásico:

“Un cliente declara que el vehículo duerme en Mar del Plata —donde la prima es más baja— pero en realidad lo guarda todos los días en el centro de Buenos Aires”
“El día del siniestro, el perito verifica rápidamente la ubicación real y la compañía rechaza el reclamo por falsa declaración”.

Este tipo de omisión no solo puede anular la cobertura, sino que también genera riesgos legales para el asegurado por incumplimiento contractual.

Otros errores frecuentes

  • No notificar cambios en el uso del vehículo (por ejemplo, usarlo para trabajo cuando está declarado como uso particular)

  • Dejar la póliza impaga o con períodos de suspensión no informados

  • No declarar modificaciones importantes en el inmueble (ampliaciones, cambios de destino, etc.)

La recomendación es clara: asesorarse con un productor asesor de seguros al contratar y revisar periódicamente las condiciones de la póliza. No basta con pagar la cuota todos los meses; hay que asegurarse de que los datos estén correctos y las condiciones se cumplan.

Conclusión

“Las aseguradoras están obligadas a cumplir lo pactado, pero el asegurado también. La mejor forma de evitar problemas es informarse bien y decir siempre la verdad al contratar”,

Coberturas necesarias para riesgos relacionados con la industria de la construcción

La reactivación de la construcción impulsa la necesidad de coberturas cada vez más especializadas. Los seguros de ingeniería, como los de Todo Riesgo Construcción y Montaje, se consolidan como herramientas clave para proteger obras, equipos y responsabilidades en un escenario de creciente complejidad técnica y contractual.

En la actualidad y, debido a una cierta estabilidad económica es que está activándose la industria de la construcción. Cada vez es más común ver en los distintos centros urbanos del país predios donde se está construyendo.

Entendamos que hoy por hoy, hablar de construcción no significa sólo ver estructuras donde todo es hormigón y cemento armado, la realidad es que los edificios son cada vez más esbeltos y existe una proporción muy pareja entre construcción y montaje.

Si nos remontamos a la historia, es entre 1920 y 1930 que algunas compañías aseguradoras alemanas y británicas introducen la póliza de construcción, la cual aseguraba las obras de ingeniería civil durante el periodo de su construcción. En base a ella se desarrollaron las pólizas de todo riesgo construcción y montaje.

Pasada la Segunda Guerra Mundial, la reconstrucción de ciudades y el desarrollo de la posguerra

hicieron que estos seguros adquiriesen la importancia que tienen en la actualidad.

Estas coberturas dan lugar al nacimiento de los seguros de Todo Riesgo, dando una mejor cobertura a los riesgos de ingeniería.

Con los avances tecnológicos fueron naciendo otras pólizas de ingeniería, se crearon también coberturas como la de Pérdida Anticipada (ALOP), que se suscriben como adicional a las pólizas de Todo Riesgo Construcción (TRC) y de Todo Riesgo Montaje (TRM).

Actualmente también se están diseñándo nuevos productos del seguro de ingeniería para poder satisfacer nuevas necesidades de cobertura relacionadas con riesgos como maquinaria de prototipo, ciertos riesgos políticos (expropiación, confiscación, cambios de leyes, etc.), que hasta ahora se habían considerado no asegurables.

Tales necesidades han surgido de los nuevos métodos de financiación de proyectos; ya que a menudo, son los inversionistas de los proyectos quienes imponen la transferencia de elementos de riesgo.

Los ramos agrupados bajo lo que se conoce como “Seguros de Ingeniería” pertenecen al campo de coberturas “Todo Riesgo” (“All Risk”), y ofrecen también respaldo por fallas humanas o técnicas y peligros de la naturaleza. La dificultad principal en la aplicación de estas pólizas radica justamente, en la interpretación de la cobertura de “Todo Riesgo”: se aseguran todos los riesgos posibles –incluso los que se desconocen–, a no ser que se excluyan explícitamente.

En la actualidad, es posible establecer algunas combinaciones de coberturas; como, por ejemplo, la cobertura de Todo Riesgo Construcción con la de Todo Riesgo Montaje, conocida como TRCM.

Seguros de Todo Riesgo

Como ya hemos comentado, un seguro de Todo Riesgo cubre todo aquello que no esté específicamente excluido en la póliza; se trata de un concepto muy amplio. Normalmente, estos seguros cubren riesgos que no son standard, como por ejemplo un dique, una planta petroquímica, una fábrica textil, caminos, edificios de distintas categorías, etc.

Estos seguros están hechos a la medida de la obra y no se puede decir a priori qué contingencias podrían afectarla en el transcurso de su construcción o montaje. Este es el motivo por el cual se cubren todos aquellos riesgos que no estén específicamente excluidos en la póliza.

Los seguros de ingeniería se caracterizan por cubrir riesgos cuya ocurrencia sea súbita e imprevisible. Si se declara un siniestro, el hecho de que se demuestre técnicamente que pudo haber sido previsto da derecho al asegurador a rechazar el reclamo. Son imprevisibles un terremoto, el desbordamiento de un río, un vendaval, etc.

Dentro de los imprevistos se contemplan también, los defectos de mano de obra. Evidentemente, no se puede prever que un obrero que es buen maquinista, que trabaja muy bien de repente levante con la excavadora un cable de tensión enterrado.

Independientemente de todos los controles de riesgo que se tomen, siguen siendo los seres humanos quienes cometen más errores y son las principales causas de accidentes.

Se han hecho estudios sobre errores de operadores y el resultado es que un operador confiable actúa con un 99% de precisión, pero que este número es considerablemente menor en un momento de emergencia. Es muy difícil predecir cómo reaccionará una persona ante una situación de stress o durante una crisis.

Alcance de la Cobertura

Es importante tener en cuenta que cuando se realizan obras civiles de gran envergadura, los relacionados con la misma, propietarios, ingenieros, contratistas y hasta financistas necesitan una numerosa variedad de pólizas para cubrir los diferentes aspectos de las mismas.

Otra cobertura muy importante a tener en cuenta para cubrir situaciones dañosas derivadas de estos riesgos es la de Responsabilidad Civil, ya que muchas veces ocurren accidentes que generan daños a terceras personas ajenas a la obra. Que puede adicionarse a las coberturas de Ingeniería comentadas o contratarse de manera independiente.

Hay que tener en cuenta que en algunos municipios esta cobertura es obligatoria y exige la Responsabilidad Civil Cruzada. En algunos casos no se estipula suma asegurada específica y en otros como es el del GCBA, regula sumas aseguradas mínimas medidas en UF (Unidad Fija) y según los metros cuadrados de obra.

El periodo de seguro de estas pólizas empieza con el comienzo de los trabajos en sí, que puede darse desde el terreno llano y listo para iniciar o desde un predio con algún tipo de edificación que debe demolerse para así arrancar con la obra. Termina a partir del momento en que la obra ha sido aceptada provisionalmente o puesta en servicio, o en la fecha indicada en las condiciones generales de la póliza (lo que ocurra primero).

Es de suma importancia comprender que, la duración real del seguro está determinada en el cronograma de la construcción o del montaje, pero son pólizas cuya vigencia puede ser modificada según aquellas situaciones que puedan generar cambios al proyecto inicial.

Los seguros de Todo Riesgo Construcción (TRC o CAR), Todo Riesgo Montaje (TRM o EAR) o bien Todo Riesgo Construcción – Montaje (TRCM) son de los de mayor desarrollo y difusión de los últimos años.

Debido al desarrollo tecnológico aplicado a la construcción, el aumento de la demanda de obras de todo tipo, y el gran valor económico y financiero que implica una construcción, cada vez es más necesario el contrato de este tipo de coberturas.

Es importante comprender que para la Empresa Constructora es más económico contratar estas pólizas que generar un fondo suficientemente amplio como para absorber los riesgos imprevistos; que son muy difíciles de calcular con precisión.

Estos seguros, fueron creados para cubrir toda clase de obras civiles en construcción y/o montaje, brindando cobertura contra los daños sufridos en la obra, incluyendo el equipo de construcción del contratista y la maquinaria de construcción, siempre que dichos daños sucedan en forma accidental, súbita e imprevista y que hagan necesaria la reparación y/o reposición como consecuencia directa de cualquiera de los riesgos amparados.

Esta póliza amparará al contratista por el trabajo que tomó a su cargo; en relación con un contrato celebrado con el comitente; pero también en la gran mayoría de los casos, la complejidad de un proyecto requiere la participación de distintos contratistas, cada uno de ellos especializados en un tipo de trabajo, quienes intervienen en la ejecución de la obra con un subcontrato.

Cada uno de estos subcontratos se refiere a un trabajo específico, como ser:

  • “Tendido” de tuberías
  • “Demolición” de construcciones preexistentes.
  • “Tendido e instalaciones” de redes eléctricas.
  • Instalación de ascensores y/o calderas
  • Instalación de aberturas
  • Puesta a punto de sistemas de emergencias y contingencias
  • Otros

En la mayoría de los casos se asegura la obra en su conjunto, por ello todos los implicados en un proyecto de obra civil: el dueño de la obra o comitente, el proyectista, el contratista, la dirección facultativa y la Administración Pública se consideran una misma entidad y todos son asegurados (“Joint Insured”).

Es decir, bajo esta cobertura pueden asegurarse todas las personas que se expongan a algún riesgo causado por la construcción de algo:

  • El propietario de la obra y/o comitente
  • La empresa constructora, incluyendo a los subcontratistas a los cuales la constructora recurre.
  • El acreedor que financia la obra

No es necesario extender una póliza para cada una de las partes, por el contrario, para establecer fácil y eficazmente una cobertura amplia y completa, es conveniente suscribir una sola póliza para toda la obra, en la cual figuran todas las partes involucradas.

El alcance y las distintas variaciones de la cobertura deben ser considerados y analizados entre los contratistas, el comitente y los aseguradores, según las necesidades.

La amplitud de la cobertura está directamente relacionada con el contrato de construcción.

En la redacción de la póliza es sumamente importante prestar particular atención, a las condiciones particulares. Este es uno de los mayores problemas que enfrenta el Asegurado, la Compañía y el Productor.

Patricia Cannatelli

Cláusula de vientos en seguros: ¿qué fenómenos atmosféricos debemos considerar?

La cláusula de vientos sigue generando conflictos en el mercado asegurador. En esta nota, analizamos cómo diferentes fenómenos atmosféricos son abordados en las pólizas y qué cuestiones deben tenerse en cuenta para evitar vacíos en la cobertura.

Uno de los temas recurrentes en el mercado asegurador es la interpretación de la cláusula de vientos, comúnmente conocida como HVCT, que suele generar conflictos en las pólizas. La realidad es que muchas de estas cláusulas están copiadas de pólizas del exterior, especialmente del hemisferio norte, y contienen fenómenos atmosféricos que en nuestro país no se dan o no están definidos claramente.

Por ejemplo, en muchas pólizas aparece la cobertura para fenómenos como huracanes y ciclones; sin embargo, estos eventos no ocurren en nuestras latitudes, aunque se deja abierta la posibilidad de que, por el cambio climático, puedan suceder alguna vez. Lo que sí ocurre frecuentemente son vientos fuertes o temporales, que muchas compañías consideran como causa de daños a partir de cierta magnitud, habitualmente utilizando tablas de medición de vientos en nudos o en kilómetros por hora, como la tabla de Beaufort.

El problema surge con fenómenos como el vendaval, que en el diccionario de la Real Academia se define como un viento fuerte pero que no llega a ser tempestad; esto lo hace aún más conflictivo, ya que muchos aseguran que hay que cubrir solo vientos con determinada intensidad. En cambio, fenómenos como tornados, que ocurren en nuestro país con cierta frecuencia y tienen características muy específicas, sí están claramente definidos dentro del riesgo.

Analizamos también el impacto de decisiones de algunas compañías que comenzaron a eliminar la cobertura de la cláusula de vientos. Sin embargo, en muchas ocasiones, los liquidadores entienden que, más allá del fenómeno específico, los vientos severos de cierta magnitud deben estar cubiertos, para lo cual suelen apoyarse en mediciones en nudos o kilómetros por hora.

La realidad meteorológica en nuestro país, con eventos como las grandes tormentas de diciembre de 2017 y diciembre de 2023, evidencia la necesidad de que los productores asesores de seguros conozcan y asesoren correctamente respecto a qué riesgos atmosféricos se deben incluir en las pólizas para garantizar una adecuada protección de sus clientes.

Este es un tema que requiere un análisis detallado y la revisión de las cláusulas para evitar vacíos o confusiones futuras, asegurando que la cobertura sea efectiva en las situaciones que realmente pueden ocurrir en nuestro territorio.«

Drones: todo lo que necesitas saber sobre regulaciones y seguros

La creciente popularidad de los drones plantea preguntas críticas sobre su regulación y cobertura. En este artículo, exploramos los diversos usos de estos dispositivos, las normativas vigentes y cómo elegir el seguro adecuado para su operación, asegurando así tanto la legalidad como la seguridad.

Si hoy en día el uso de drones  se encuentra cada vez más popularizado, encontrando variedad de tamaños y modelos que se adaptan al uso y fin que se busque con ellos, ya sea uso recreativo, comercial, científico, seguridad o deportivo, una pregunta recurrente y crucial en lo que hace a la labor del PAS tiene que ver con su regulación y cobertura.

Ahora bien cuando hablamos tipos de drones es importante saber que estos vehículos capaces de volar y ser comandados a distancia, sin requerir la participación física de un piloto, se están convirtiendo de una utilidad imprescindible en varios sectores de la sociedad, incluidos el seguro, y es por ello que resulta fundamental para todo PAS conocer qué dice la ley al respecto y si existe algún tipo de regulación o ley que los atañe en específico.

Antes de meternos de lleno en lo legal, un breve repaso por sus usos:

  • Agricultura de Precisión: los drones se usan para monitorear cultivos, analizar el estado de las plantas, detectar plagas y enfermedades. Siendo también utilizados en los seguros para el agro tanto en la evaluación y suscripción de riesgos como en la liquidación de un siniestro.
  • Cartografía y Fotogrametría: los drones permiten realizar mapas y modelos 3D de terrenos.
  • Seguridad y Vigilancia: son utilizados por fuerzas de seguridad para tareas de vigilancia en áreas urbanas y rurales, monitoreo de fronteras y control de eventos masivos.
  • Medios de Comunicación y Cine: los drones se emplean para capturar imágenes aéreas en producciones cinematográficas, publicitarias y periodísticas.
  • Rescate y Emergencias: en situaciones de desastres naturales o accidentes, los drones ayudan a localizar personas, evaluar daños y entregar suministros en áreas de difícil acceso. En lo que hace a seguros, logran realizar inspecciones rápidas y detalladas en áreas afectadas por desastres naturales, como inundaciones, incendios o terremotos.
  • Inspección de Infraestructura: los drones se utilizan para inspeccionar y monitorear infraestructuras críticas como puentes, torres de telecomunicaciones, líneas eléctricas y oleoductos, lo que mejora la seguridad y reduce costos de inspección. En seguros propiamente, permiten inspeccionar tanto infraestructura crítica como todo tipo de propiedades o activos antes de la emisión de una póliza de seguros, permitiendo una evaluación más precisa de los riesgos asociados

Seguros sobre drones: ¿Qué hay que saber?

A raíz de la versatilidad de estos aparatos comandados, que con tecnología aplicada son capaces de ser utilizados hasta en el campo militar, fue imprescindible la intervención de instituciones del Estado para delimitar y regular los distintos usos de estos junto a sus riesgos asociados.

“En nuestro país intervienen en su ordenamiento, control y reglamentación, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) a través de la resolución 527/2015 y del código aeronáutico (ley 17.285). Del mismo modo, en cuanto a los riesgos asociados, lo hace la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) a partir de la resolución 40.250/2016”.

El ANAC, como máxima autoridad aeronáutica argentina, establece con la resolución 527/2015 (reglamento provisional de los vehículos aéreos no tripulados: VANT), un marco normativo para el uso de drones en el ámbito territorial del país. Ante todo, los clasifica por su peso, divido en tres categorías: según pesen hasta 10kg (categoría A), entre 10 kg y 150 kg (categoría B) y más de 150 kg (categoría C). También exige que las clases de drones mayores a 10 kg (clase B y C) deben anotarse en un registro en el ANAC y asimismo quienes operen estos drones deben obtener un “Certificado de Idoneidad de Piloto de VANT”, es decir que contaran con una licencia de pilotos que convalida su destreza en el manejo de los aparatos, demostrando idoneidad en formación, conocimiento de la normativa y habilidades de operación segura.

Luego dentro de las cuestiones más importantes que regula podemos mencionar que delimita las “zonas de operación del dron”, prohibiendo lógicamente su uso en zonas próximas a aeropuertos, instalaciones militares o áreas densamente pobladas entre otras. Del mismo modo, determina la “altitud y distancia del vuelo”, indicando que los drones deberán mantenerse en todo momento dentro de la línea de visión directa del operador y que no puede volar a más de 120 metros sin autorización expresa del ente de contralor.

“En lo relativo a los riesgos que generan los drones, la resolución del ANAC, define que los propietarios u operadores de vehículos aéreos pilotados a distancia o sistemas de vehículos aéreos pilotados a distancia están obligados a contratar un seguro de responsabilidad por los daños a terceros que pudiera ocasionar su operación. Además, indica expresamente que no se autorizará la circulación aérea de vehículo alguno a menos que acredite el seguro, agregando que las coberturas de riesgos no podrán ser inferiores a las establecidas, para aeronaves, en el artículo 160 del Código Aeronáutico”, PAS y miembro de la comisión técnica de AAPAS y Lic. en Gestión de Seguros.

Cabe advertir que el artículo responsabiliza al explotador por cada accidente hasta el límite de la suma equivalente en pesos al número de argentinos oro que resulta de una escala, de acuerdo con la cotización del banco central de la república argentina que éstos tengan en el momento de ocurrir el hecho generador de la responsabilidad. Es decir que la suma asegurada que debe contener el seguro está íntegramente vinculada al valor del oro, determinadas según escalas que surgen de una cantidad de “valor oro” de acuerdo con el “peso” del dron.

Según el especialista, en concordancia con lo establecido por el ANAC, la superintendencia dictaminó la resolución 40.250/2016 para definir cómo deben estructurarse las pólizas de estos seguros: tanto en lo que hace a las condiciones contractuales del seguro de responsabilidad civil de drones, como a la determinación de su suma asegurada, franquicias y el “anexo de exclusiones a la cobertura” que deben contener las mismas de acuerdo a lo que las coberturas otorguen.

¿Qué elegir y por qué?

En línea con las regulaciones y ante la pregunta sobre si existe un tipo de seguro específico que abarque el uso de drones o con qué otros seguros se puede complementar, podemos descubrir en el mercado asegurador un abanico amplio de productos, que entre sus principales condiciones y beneficios destacan a los siguientes:

  • Destinatarios de las coberturas: podrán ser personas físicas o jurídicas, ya sean propietarias u operadoras de vehículos aéreos no tripulados, cualquiera sea su peso y el uso que se le dé.
  • Cobertura básica: será mantener indemne al asegurado y/o la persona (piloto de mando) autorizados a operar el vehículo a distancia, por cuanto deba a un tercero por los daños causados por ese vehículo aéreo pilotado a distancia o por la carga que transporte en condiciones reglamentarias, tantos por lesiones y/o muerte de terceros como por daños materiales a cosas de terceros.
  • Adicionales de coberturas: se puede llegar ampliar a cobertura de incendio, robo y daños.
  • Sumas aseguradas: los montos mínimos están en línea con lo exigido por el artículo 160 del código aeronáutico y los máximos son según las pautas de suscripción de cada aseguradora que ofrece el producto.
  • Franquicias: varían según se le de uso recreativo o comercial, deportivo, seguridad o científico dependiendo de la aseguradora. Pudiéndose pactar incluso en alguna opción sin franquicia.
  • Exclusiones: podemos destacar entre las principales, solo por mencionar algunas, a: aquellos vehículos pilotados que no posean autorización de la autoridad de control, operación simultánea de más de un vehículo por el mismo operador, transporte de personas o cargas salvo que estuviera expresamente autorizado por el riesgo cubierto, encontrarse el piloto bajo efectos del alcohol o drogas, utilización del dron por terceros ajenos o menores de 18 años, realizar operaciones fueras de los límites autorizados por el ANAC en resolución 527/2015, entre otras.

“Es importante que como productores asesores de seguros que no solo conozcamos las coberturas que mitigan los riesgos que crean los drones, sino que sepamos explicar la regulación a fin de poder también orientar al asegurado sobre la normativa vigente y que en un eventual siniestro dañoso no se presente ninguna situación de las estipuladas en sus exclusiones de cobertura o por fuera de la delimitación del riesgo cubierto. Lograremos así que el seguro cumpla su razón de ser: mantener indemne al asegurado y/o piloto de mando”

El curioso mundo de los drones presenta así una oportunidad por demás interesante, para aquellos productores que decidan profundizar sus conocimientos sobre las coberturas disponibles en el mercado asegurador, para los distintos segmentos de utilización de estos artefactos.«

Robo de autos: ¿cómo funcionan los nuevos métodos silenciosos?

El robo automotor sigue en aumento y cada vez más los delincuentes utilizan la tecnología a su favor. ¿Cuáles son las tecnologías silenciosas que permiten vulnerar la seguridad del vehículo sin forzar puertas ni generar ruidos? ¿Qué medidas simples pueden prevenir este tipo de delitos?

En el último tiempo, se detectó un crecimiento en las modalidades que desactivan o interceptan señales para ingresar o llevarse un auto:

Inhibidores de señal

  • Cómo actúan: bloquean la señal que emite el control remoto de la llave al cerrar el vehículo. El conductor cree que el auto se cerró, pero en realidad queda abierto.
  • Uso frecuente: se utiliza principalmente en la vía pública para robar objetos del interior del vehículo, sin necesidad de violentar cerraduras.
  • Cómo prevenirlo: asegurarse siempre de que el vehículo haya cerrado correctamente, verificando con la mano o chequeando señales visuales (luces) o auditivas (bocina).
Los inhibidores de señal son una tecnología que se utiliza con frecuencia entre los delincuentes. Imagen: Shutterstock.

Clonadores de llave por proximidad

  • Cómo actúan: esta técnica requiere al menos dos personas y se aplica únicamente a vehículos con llave por proximidad y encendido con botón. Uno de los delincuentes se ubica cerca de la casa (donde se supone que está la llave del vehículo) con un dispositivo que capta y amplifica su señal. Esa señal se transmite en tiempo real a otro dispositivo que lleva el segundo delincuente, ubicado junto al vehículo en la calle. El auto “cree” que la llave está cerca, se desbloquea y puede ser abierto sin forzarse.
  • Uso frecuente: permite robar el vehículo completo sin generar ningún daño visible.
  • Cómo prevenirlo: guardar las llaves en fundas bloqueadoras de señal o envolverlas en papel de aluminio. Evitar dejarlas cerca de puertas, ventanas o entradas.

Pandora (emulación de llave)

  • Cómo actúa: esta tecnología utiliza un dispositivo llamado Pandora, donde se cargan una galería de códigos, que posteriormente se utilizaran para simular la llave del vehículo. A partir de esta modalidad, el delincuente carga los códigos del vehículo objetivo y al acercarse al mismo, acciona el dispositivo. Este empieza a generar una serie de códigos, hasta que uno es aceptado por el auto, y es desbloqueado.
  • Uso frecuente: solo funciona en algunos modelos con alta vulnerabilidad, por un mal diseño del sistema de seguridad de las llaves, ya conocidos por los delincuentes.
  • Cómo prevenirlo: es el método más difícil de evitar, se sugiere incorporar medidas físicas complementarias como traba-volante.
Pandora, la “llave maestra” para ladrones.

Actualmente, Ituran Argentina cuenta con el 95% de efectividad en el recupero de autos con un promedio de 40 minutos. Sin embargo, se destaca la importancia de realizar la denuncia policial ante un robo o hurto del vehículo por si el mismo ha estado, por ejemplo, vinculado a otros hechos delictivos en el transcurso de tiempo entre el robo y el recupero.